martes, 20 de febrero de 2007

La realidad del Aprendiz de Literato en la actualidad


El pretender ser literato es una tarea compleja, la misma que constituye un verdadero reto personal. La dinámica del mundo moderno, exigente en cuanto a disponiibilidad y rentabilidad, nos ha convertido en verdaderas máquinas generadoras de bienes económicos, deshumanizando al hombre, alterando su esencia y castrando sus sueños e ideas.

El ser escritor en tiempos como estos, es pues, un verdadero ejercicio masoquista, sobre todo para aquel que no llega a acceder nunca a la "gran repartija", privilegio sólo de un selecto grupo de literatos, algunos de los cuales poseen una dudosa calidad, pero si gran efectividad en el terreno del marketing.

Por otro lado, se hace cada vez más evidente una decadencia en la propia calidad del narrador. Y en ello estamos todos, incluyendo los aprendices como el que redacta estas líneas, incurso. Y es que se evidencia también que nuestra sociedad, cada vez menos lectora y más consumidora de imágenes, una menor crítica al respecto. Se exige menos cada vez y, por ende, se le otorga menos. Los léxicos de las personas comunes y corrientes se han deprimido catastróficamente. Estamos retornando inclusive, a usar cada vez más los gestos y símbolos audiovisuales, en sustitución del lenguaje oral y escrito. Ese primitivismo de la masa, influye determinantemente en la calidad del arte que se consume y la literatura desgraciadamente es la más afectada.

Lo más triste es que se pretende encubrir esa decadencia intelectual, con clikchets como aquel que preconiza cierto escritor peruano de renombrado nombre, referiéndose a la literatura tradicional, clásica o de compromiso social como: "anacronismo literario" o "anacronismos de estilo", ofreciéndonos en su lugar una literatura vulgar, ciertamente pornográfica con tendeencias pedófilas como aquel mamarracho llamado "Elogio de la madrastra" o "la Tía Julia y el Escribidor", obras en donde sólo la erotización del argumento atrapa lectores e incita su compra masiva.

Ser escritor , a mi enteder, es cambiar constantemente de camino, hacia un resplandor que es otra vez buscar nuevas formas de trazar un territorio, pero que no implique la transgresión de formas, principios y valores elementales que han dado consistencia a la literatura durante toda su historia. tampoco quiero decir con esto que nos convirtamos en entes conservadores de modelos o estilos, pues lo que se trata de hacer una constante renovación, pero encausados dentro de una verdadera calidad y no, de una pseudo calidad que sólo puede engañar a aquellos queestán desprevenidos. Para mí, para cualquiera que quisiera ser escritor, el ideal adecuado sería alcanzar la perfección que nos permita releer el pasado, darle formas precisas y narrar, en grande, sin cortarse, exigiendo a cada párrafo más y más cada vez hasta completar una historia digna de ser entregada al lector.

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